sábado, 3 de diciembre de 2011

La música según grandes pensadores de la historia

  Se reconoce que la música ha sido un pilar fundamental para descubrir aspectos novedosos e innovadores sobre el hombre. La relación entre la filosofía y la música es innegable debido a que ésta transporta al hombre a un camino o acción concreta, le facilita la interpretación de un hecho con sentimientos e ideologías distintas y el solo hecho de interpretar, pensar, es ya filosofar. Muchos filósofos han experimentado que la música es esencial en la vida del hombre y afirman que todo ser humano tiene su música interna. El presente trabajo pretende ser una respuesta reflexiva sobre cómo la música se ha desarrollado dentro del mundo de la filosofía a través de la historia para concluir evidenciando su incidencia en el hombre.  

  Pitágoras de Samos fue uno de los filósofos griegos más sabios de la Antigüedad. Fundó la escuela pitagórica, en la que se estudiaban matemáticas, aritmética, geometría, astronomía y música. Pitágoras fue el primero en dotarnos de una teoría filosófica sobre la música. Se le atribuye a Pitágoras el descubrimiento de los intervalos musicales regulares. Descubrió que los intervalos en música no pueden originarse sin el número, ya que consisten en la combinación de una cantidad con otra. Examinó a qué se debía el que los intervalos fueran concordantes o discordantes y, en general, el origen de todo lo armónico y lo inarmónico. De ahí surgiría una misteriosa comunicación entre las matemáticas y la música. Pitágoras trató de explicar matemáticamente la escala musical, (que entonces era un gran misterio para los hombres).Estaba convencido de que los intervalos entre las notas de una octava podían ser representados mediante números, y en ello trabajó durante gran parte de su vida. Los pitagóricos fueron los primeros en definir el cosmos como una serie de esferas perfectas que describían órbitas circulares. Pitágoras sostenía que los 7 planetas (Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, incluyendo el Sol), al describir sus órbitas, emitían unos sonidos, las notas musicales que creaban lo que él llamó la armonía de las esferas. Esta música armoniosa no podía ser escuchada por los humanos porque estábamos acostumbrados a ella desde nuestro nacimiento. Así, Pitágoras descubrió la relación numérica entre las notas musicales, las mismas notas musicales que emitían los 7 planetas al girar alrededor de la Tierra.

  Para Platón, en una parte de su obra “La República”, habla de la educación. Dice que estos deberán formarse con tres disciplinas: La Música (para formar el alma), la Gimnasia (para el cuerpo) y Filosofía. Hace un análisis de las armonías que se usaban en Grecia en el siglo IV a.C. Dice que hay armonías fuertes: La dórica y frigia. Platón plantea que debemos ajustar el número a la armonía y a las palabras, y no las palabras al número y a la armonía. Pone por encima de la música al pensamiento. La melodía se compone de tres elementos: palabra, armonía y número; “El número y la armonía se han hecho para las palabras” Para Platón, la música es alimento de la virtud: “Toda conversación sobre la música debe llevar a lo hermoso”.

  Por su parte, Aristóteles, quien estudió 20 años en la Academia de Platón, también toca el tema de la música, en “La política”. Su tratamiento, gira en torno a lo que ya su maestro, Platón, había planteado: la educación. Pero Aristóteles nos dice: “Está dividida la opinión en cuanto a las prácticas educativas, pues no todos están de acuerdo con lo que deben aprender los jóvenes, ya sea para la virtud, la vida mejor, la inteligencia o el carácter del alma”. Señala que cuatro son las materias que se acostumbra enseñar: lectura, escritura, gimnasia y música. La música, con el carácter, nos acostumbra a recrearnos correctamente. Para Aristóteles la música tiene una utilidad: el divertimiento de los hombres libres. Aristóteles ve elementos positivos en la música, los resalta, como cuando dice: “La música contribuye al reposo”. Y se adentra en los efectos de la música, diciendo que “la música da placer.. Y la virtud de gozar, amar y odiar rectamente”. Supone que estos efectos se deben a que: “...en los ritmos y las melodías que encontramos las semejanzas más perfectas en consonancia con su verdadera naturaleza de la ira y la mansedumbre, de la fortaleza y la templanza, como también de sus contrarios y de todas las otras disposiciones morales, los ritmos, unos tienen un carácter mas reposado, otros mas movido, y de estos unos inducen emociones más vulgares, y otros otras mas propias de un hombre libre”. 
  
  El Compendium Musicae es la primera obra de Descartes. Este tratado es como una obra de juventud; en el está presente el entendimiento de su vida y sus primeras inquietudes, que son, las de un futuro filósofo. Es una obra ambientada en su época y es una justificación de las reglas armónicas de su tiempo, por lo que debería estar dentro del ámbito de la teoría musical de su siglo. Descartes calificó el compendio como: “este hijo de mi espíritu, tan informe y semejante al feto de una osa recién nacida”. La obra , no fue escrita para ser publicada, y numerosas cartas indican que su posición fue más bien la de impresionar al matemático Isaac Beeckman, al que conoció durante su estancia en el ejército de Mauricio Nassau. Allí Descartes parecía más interesado “por la geometría y la música” que por el arte militar. Beeckham es aquel a quien está dedicada la obra y el mismo que le propuso el proyecto de escribirla; después “Descartes trabajó en este problema día y noche, y al cabo de unas semanas, el 31 de diciembre de 1618 presento a Beeckman su Compendio de Música (en latín)”. La estructura de la obra, sigue un método deductivo basado en relaciones matemáticas de los pitagóricos, basándose, en razonamientos matemáticos y empíricos. La obra se divide en doce puntos, En primer lugar, Descartes explica las relaciones existentes entre las cualidades del sonido (ritmo, altura) y nuestros sentimientos. En el punto dos, expone ocho consideraciones previas de las cuales se servirá posteriormente para abstraer otros apartados. En el punto tercero, trata el tiempo. En el cuarto, el sonido. Siendo los siguientes puntos los siguientes: “de la octava”, “de la quinta”, “de la cuarta”, “del ditono, de la tercera menor y de las sextas”, “de los grados o tonos musicales”, “de las disonancias”, “de la manera de componer y de los modos”, y, finalmente, “de los modos”. Para finalizar podemos decir que Las pesquisas realizadas por Descartes en este intenso recorrido armónico-matemático, son interesantes desde un punto de vista de histórico-estético.

  En Kant la música permanece en un lugar inferior con respecto a las otras artes debido a la presencia excesiva de su materialidad: la música "habla a través de muchas sensaciones sin concepto y, por lo tanto, no deja algo para meditar como la poesía (...)". Todas las observaciones que hace Kant con respecto a la música se dirigen precisamente a su dimensión material, lo cual reviste para nosotros por ahora el mayor interés, pues en el siglo XX los trabajos con la materialidad del sonido, primero en la denominada "música concreta" a finales de los años 40 y luego en la "música electrónica" recién iniciados los años 50, serán acontecimientos decisivos a favor del carácter conceptual y, en algunos casos, casi místico que adquiere la música en la segunda mitad del siglo XX.La música, afirma Kant, "es más goce que cultura", esto debido a que las facultades cognoscitivas (el entendimiento y la imaginación) son convocadas en grado mínimo. La subjetividad es conducida desde ciertas sensaciones hacia ideas absolutamente indeterminadas (ideas difusas que, por lo tanto, se disuelven antes de terminar de presentarse), por lo que incluso las sensaciones mismas que la música provoca consisten en impresiones transitorias que se disipan rápidamente. Lo decisivo aquí consiste en el hecho de que, según Kant, la música no ofrece a la imaginación un objeto duradero que exija a la imaginación en su "libre juego" adecuarse al entendimiento: la música no da que pensar. Kant no logra establecer una diferencia precisa entre el ruido y el sonido en la música o, mejor dicho, al no llegar a determinar la dimensión subjetiva de la música, la condición propiamente material del sonido musical predomina siempre, haciendo de la música un estímulo demasiado pasajero (como lo es, en general, el ruido disipándose en el espacio) e incluso, en ocasiones, molesto: "a la música le está asociada una cierta falta de urbanidad, en cuanto que, sobre todo según las cualidades de sus instrumentos, difunde su influjo más lejos de lo que se le pide (hacia la vecindad) y de tal modo se impone, por decir así, quebrantando la libertad de otros, ajenos a la sociedad musical; lo que no hacen las artes que hablan a los ojos, pues no hay más que desviar los ojos cuando no se quiere acoger su impresión". Esta especie de inercial difusión espacial de la música destaca precisamente esa materialidad por la que la música puede devenir simplemente en ruido dada la fragilidad de su dimensión estética. Evidentemente, al permanecer Kant referido a la dimensión material, por lo tanto externa, del sonido musical piensa inmediatamente el espacio como el medium más propio de la música, sin hacer ninguna referencia al tiempo. En este sentido se entiende que la música no ofreciera un interés propiamente filosófico para Kant, pues al no detenerse en su dimensión temporal la música no tiene relación interna con la subjetividad.

16 comentarios:

  1. Gracias por el post. es muy extenso y delicado. No hay nada más enriquecedor para un post que publicar una entrada tan bien argumentada; muchas gracias, ¡un saludo desde almeria!.

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  2. ¡muchas gracias! nos alegramos de que te guste este post.

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  3. Es difícil definir la magnitud y esencia de la música en tan pocos renglones. Es una empresa casi imposible, si no dejamos en el olvido muchos conceptos y muchos detalles de importancia trascendental, pero, en este caso, el resultado está notoriamente conseguido, tanto por su argumentación de historia antigua, como en la calidad de sus matices modernos. En definitiva, que si esta presentación tuviera música, no podría ser más convincente.

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  4. shio creo que la musica es una serie de sonidos que nos gustan y nos ponen como en trance te vas en el viaje xD

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  5. Muchas gracias, la información esta excelente y me sirvió para realizar mi ensayo.

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  6. exelente la redactacion y todo su contenido

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  7. exelente la redactacion y todo su contenido

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  8. Gracias por publicar este post tan interesante. En lo personal, me ayudó bastante para un trabajo de filosofía basado en la música renacentista. Además todos aprendemos de mejor manera sobre los diferentes pensadores y filósofos de aquella época. GOOD!!!!!!

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  9. Falto que el primero en hablar de la música fue Democrito, que pitagoras tenía conocimiento de esto, pero esto solo lo encontramos en los diálogos de platon creo que el tomo 3

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  10. Falto que el primero en hablar de la música fue Democrito, que pitagoras tenía conocimiento de esto, pero esto solo lo encontramos en los diálogos de platon creo que el tomo 3

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  11. Me hubiese gustado saber de más filósofos

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